Cómo se unen los folios importa. Hay varios tipos de grapado según la función de la unión. Por ejemplo, el estilo de grapado abierto sirve para agrupar documentos temporalmente, ya que facilita quitar la grapa. En cambio, se escoge el grapado abierto o plano para grapar hojas de papel definitivamente.
En este breve artículo repasamos los tipos de grapado más comunes que existen. Señalamos, además, algunos usos y aplicaciones, así como los pros y los contras de cada uno.
Tipos de grapado más comunes de las grapadoras de papel
Los seis tipos de grapado más usados son: cerrado, plano, abierto, semicerrado, a caballo y clavado. No todas las grapadoras soportan estos tipos de grapado. El abierto y el cerrado son los que más fácilmente se encuentran en los yunques de las grapadoras modernas. El semiabierto o semicerrado es menos común, lo encontramos, por ejemplo, en las grapadoras de sobremesa El Casco.
Grapado cerrado
Es el estilo de grapado más habitual. El alambre de la grapa se dobla de tal manera que las puntas del alambre quedan enfrentadas. La grapa atrapa el papel. Se trata del grapado más seguro de todos, también es el más difícil de retirar, aunque una grapa cerrada se quita fácilmente con cualquier quitagrapas.
Este grapado es el más común y lo soportan todas las grapadoras de papel, incluidas las de sobremesa, escritorio, tenazas, eléctricas o bolsillo. Es también el tipo de grapado que usan las grapadoras de gran capacidad y las de brazo largo.
Grapado plano
Está basado en el anterior y presente solo en algunas grapadoras de última generación. Es un tipo de grapado cerrado más profesional que el cerrado y que ocupa menos espacio. La grapadora dobla el alambre hacia dentro, atrapando el papel, pero doblando con más precisión la grapa. Las patas de las grapas que se grapan mediante este estilo quedan completamente paralelas al papel, sin dejar un espacio cerca de los puntos de inserción. La ventaja de este tipo de grapado es que las esquinas de los documentos grapados ocupan mucho menos espacio en el archivador de anillas.
Este estilo de grapado lo soportan no solo las modernas grapadoras de sobremesa, sino también algunas grapadoras eléctricas como la Rapid Optima 45.
Grapado abierto
Junto al cerrado es otro de los más habituales. La mayoría de las grapadoras de oficina tiene un yunque giratorio o deslizante que permite alternar entre estos dos tipos de grapado. El grapado abierto es el más débil de todos: está diseñado para unir de manera provisional los documentos.
La principal ventaja del grapado abierto es que la grapa es muy fácil de quitar. Se diferencia del cerrado en que la grapa se dobla en el sentido opuesto, es decir, las patas de las grapas miran hacia fuera y no atrapan el papel.
Grapado semicerrado o semiabierto
Lo usan las grapadoras El Casco y algunas otras marcas. Una de las patas de la grapa se dobla hacia dentro, la otra, hacia afuera. Es más fácil de quitar que el cerrado y sujeta de manera efectiva las hojas, pero solo en uno de los sentidos de la grapa. En función de cómo se sitúe en el papel, la grapa podría salirse al pasar las hojas.
Grapado a caballo
Grapar a caballo significa 'insertar la grapa en el pliegue de las hojas'. A menudo se usan grapas con ojal, que algunos fabricantes denominan grapas omega. Esta grapa no es plana en su corona, por el contrario, incluye un semicírculo que ocupa la mitad de su largo y facilita el archivo de los dosieres grapados en las carpetas de anillas. El grapado a caballo sirve, entre otras cosas, para almacenar y clasificar revistas, catálogos, folletos, etc.
Para grapar a caballo libretas y cuadernos, se necesita una grapadora especial que puede grapar hojas de papel plegadas en la espina de la doblez. Para ello, la grapadora de archivo tiene en su estructura una placa en ángulo donde se sujetan las hojas plegadas. En estos modelos la gravedad ayuda a posicionar la grapa justo en el centro del papel. Esta técnica de grapado también se llama grapado a caballete y encuadernación grapada.
El grapado en serie de folletos o librillos en imprentas e industria gráfica se suele hacer con una grapadora industrial. Por ejemplo, la compaginadora Duplo DBMi dobla las hojas automáticamente antes de graparlas gracias a la unidad de hendido. De esta manera, el proceso de encuadernación de folletos, revistas y cuaderno queda automatizado al cien por cien.
Clavado
Se trata de un tipo de grapado en el cual las patas de la grapa no se doblan, es decir, la grapa queda con la misma forma que tiene en el peine de grapas. Se usa para fijar documentos en tableros de corcho, paneles de anuncio o paredes. Hay dos maneras de clavar grapas:
- Con una grapadora de sobremesa: con una grapadora de escritorio es posible clavar grapas, siempre que se pueda abrir sobre su eje.
- Con una grapadora clavadora: se usan máquinas especiales, por ejemplo, las clavadoras de grapas y clavos de la marca Petrus. Las clavadoras tienen más potencia que las anteriores y permiten clavar grapas en madera blanda, paredes de yeso, tableros de fibras prensadas y otros tipos de materiales. Sirven para fijar carteles y rótulos en paredes, para tapizar, para plastificar palets clavando el plástico a los listones de madera de pino de éstos, etc.
¿Qué tipo de grapado debo escoger?
Tienes que escoger el estilo de grapado según la función que vaya a desempeñar la grapa.
Para unir documentos de oficina relacionados entre sí, tales como facturas, albaranes o presupuestos, que no vayan a ser separados, lo mejor es el grapado cerrado o plano. Escoge el plano si vas a archivar el papel en archivadores A-Z. Para guardar los documentos en cajas de archivo, carpetas colgantes o clasificadores fuelle de acordeón te puede servir el cerrado, aunque también es más recomendable usar el grapado plano.
Si tienes que coser folios de manera provisional y más adelante prevés la necesidad de retirar las grapas, escoge el grapado abierto. Cuando las patas de alambre quedan dobladas hacia fuera, las grapas son mucho más fáciles de quitar, incluso a mano, sin necesidad de usar un extraegrapas.
Por otro lado, para clavar telas y tejidos en listones de madera o para fijar rótulos, pósters y carteles en paredes, la única opción posible es clavar la grapa. Las grapadoras para rotulistas o tapiceros tienen mucha más fuerza y te permiten hacer estas tareas con más eficacia que con las grapadoras de escritorio. Si necesitas comprar una grapadora clavadora, te recomendamos que escojas una de calidad, preferiblemente metálica, sin retroceso y con regulador de potencia.