Cómo usar con seguridad una grapadora eléctrica

La grapadora eléctrica de bricolaje es una herramienta útil, efectiva y muy versátil. Las tareas de grapado en comparación con la versión mecánica de la máquina son coser y cantar. Sin embargo, como alguien ya dijo alguna vez... todo poder conlleva una gran responsabilidad. Por eso, en este artículo te hablaré de las medidas de seguridad más importantes que has de tener en cuenta al trabajar con grapadadoras eléctricas.

He organizado la información en varios apartados. Por un lado, veremos algunas precauciones de carácter general relativas con el uso de herramientas en general. Seguidamente, analizaremos los puntos relacionados con la electricidad. Por último, versaremos sobre el uso en sí de la grapadora, lo cual también se aplica, de paso, a grapadoras mecánicas.

Consideraciones generales

En primer lugar, siempre que se use una herramienta es importante mantener el área de trabajo despejada, limpia y bien iluminada. La falta de luz puede ser causa de accidentes. Como también podría serlo una mesa de trabajo abarrotada de objetos. Así pues, evitemos accidentes ordenando y limpiando la zona donde usaremos la grapadora.

Segundo, el riesgo de que se produzca una chispa es inherente a toda herramienta eléctrica. Y las chispas, como bien nos muestra el mechero, no son amigas de los materiales inflamables o explosivos. Por tanto, evitemos grapar en ambientes explosivos o cerca de líquidos o gases inflamables. Por ejemplo: gasolineras, fábricas de material pirotécnico, almacenes de pinturas y disolventes...

Finalmente, debemos recordar que cualquier tipo de distración también puede suponer un riesgo cuando trabajamos con una máquina. Es recomendable que no haya gente alrededor, en particular niños, en el espacio de trabajo. ¡Y tampoco animales domésticos!

Ahora sí, vistas estas recomendaciones generales, pasemos a hablar sobre medidas de seguridad relacionadas con la electricidad.

Medidas de seguridad para trabajar con grapadoras eléctricas

La grapadora eléctrica es la que usa un flujo de electrones como alimentación, es decir, una corriente eléctrica. Esta corriente suele dirigirse a un electroimán (o solenoide), que es el mecanismo que dispara la grapa. Pues bien, la energía puede provenir directamente del cable o de una batería. Por tanto, no todas las medidas que vamos a ver son siempre aplicables; sino que dependerá del tipo de grapadora que usemos.

Grapadora eléctrica con cable Grapadora eléctrica con alimentación directa por cable

Lo primero, tenemos que enchufar la grapadora. El enchufe de alimentación debe coincidir con el de la grapadora (tipo europeo, americano, inglés). No debemos manipular el cable en caso de que no se corresponda. Además, si estamos en otro país, podemos usar un adaptador pero siempre asegurándonos de dos puntos:

  • El voltaje de la instalación eléctrica debe coincidir con el de la grapadora. Una máquina con tensión de 230 V se enchufará a una toma 230 V; una de 110 V, a una de 110 V
  • Si el enchufe de la grapadora eléctrica posee toma de tierra no la conectaremos a un enchufe sin tierra, y tampoco usaremos un adaptador que carezca de ella

En segundo lugar, el riesgo de padecer un choque eléctrico es mayor cuando tu cuerpo está en contacto con elementos metálicos derivados a tierra. Por ejemplo: tuberías, radiadores, electrodomésticos. Por ello, hay que evitar usar la grapadora eléctrica si alguna parte de nuestro cuerpo los toca, o, al menos, aislarnos adecuadamente con guantes, botas de seguridad, etc.

Siguiendo con el punto anterior, los lugares húmedos también son fuente de peligro. Hablamos de entornos como sótanos húmedos, piscinas, depósitos de agua... Si no nos queda más remedio que trabajar en este entorno, además de usar equipos de protección individual aislantes, nos aseguraremos de que la instalación esté protegida con un interruptor diferencial. Abreviado como ID, este dispositivo electromagnético es un mecanismo de seguridad que reduce el riesgo de choque eléctrico. Lo creas o no, ¡te puede salvar la vida!

En cuarto y último lugar, hablaremos del cable. Si vamos a usar la grapadora eléctrica en el exterior, y necesitamos un prolongador, usaremos siempre uno apto para trabajar a la intemperie. Por otro lado, hay que mantener el cable de la máquina en buen estado, pues los hilos dañados implican riesgos eléctricos. En otras palabras, nunca tomes la grapadora por el cable y nunca lo desconectes tirando de él. Asimismo, mantenlo alejado de aceites, disolventes, calor, elementos afilados y cortantes, partes en movimiento, etc.

En la siguiente sección haré incapié sobre otras medidas de seguridad eléctricas aplicables a grapadoras de batería.

Uso y manipulación de las baterías eléctricas

Si tu grapadora es eléctrica, todo lo que dije en la sección anterior sobre el cable se tiene en cuenta para la conexión del cargador. Pero, además, debes observar otras medidas específicas sobre la batería.

Antes de nada, la batería de una grapadora eléctrica se recarga única y exclusivamente con su cargador. No sirve otro. O mejor dicho, incluso si sirve no debes hacerlo. Usar el cargador incorrecto para recargar la batería puede producir un incendio por sobrecalentamiento (si, por ejemplo, la corriente de carga es superior a la admitida por el acumulador). La intensidad de carga depende del tipo de batería (litio, NiMh, NiCd) y de su capacidad.

De igual manera, si tu grapadora usa baterías externas, nunca debes instalar una batería que no sea compatible. El tipo de conector y el voltaje del acumulador (batería) debe ser el mismo que el de la grapadora. No obstante, algunas grapadoras eléctricas sí pueden usar baterías de distinta capacidad, en otras palabras, con más o menos autonomía. Esta característica se expresa en amperios-hora (Ah) o miliamperios-hora (mAh). En todo caso, usa solo aquellas baterías que recomiende el fabricante.

En tercer lugar, en el caso de baterías externas, vigila que ningún elemento metálico ponga en contacto sus terminales. Grapas, clips, clavos, alambres, etc., son objetos conductores de la corriente eléctrica que pueden cortocircuitar la batería. Como resultado, puedes sufrir quemaduras; también puede iniciar un fuego (riesgo de incendio).

Cuarto, nunca recargues la batería en condiciones climáticas extremas. No lo hagas a pleno sol porque podría salir ardiendo. No lo hagas tampoco a temperaturas inferiores a 5ºC porque podrías dañar la batería. La temperatura de carga óptima es de 10-20ºC.

Finalmente, las baterías, ya sean de iones de litio (Li), ya sean de níquel metal hidruro (NiMh), o de plomo-ácido, contienen en su interior un ácido, un líquido corrosivo llamado electrolito. El electrolito podría derramarse o salir proyectado de la batería y causarte quemaduras si la batería no se manipula debidamente. Usa gafas de seguridad para proteger tus ojos. Usa guantes para evitar quemaduras en las manos. Y usa ropa de trabajo para proteger el resto del cuerpo.

Para finalizar, quiero repasar algunas medidas de precaución adicionales. Ya no relacionadas con las grapadoras eléctricas en sí, sino con cualquier tipo de grapadora; también las mecánicas.

Equipos de protección individual Usa gafas de seguridad y otros EPI (Equipos de Protección Individual) cuando trabajes con la grapadora eléctrica

Medidas adicionales de seguridad de sentido común en el uso de grapadoras

Como ya sabes, un gran poder conlleva una gran responsabilidad. He aquí algunas medidas de seguridad de sentido común, ¡el menos común de los sentidos!, que se aplican a cualquier tarea con grapadoras, y también con otros tipos de máquinas y herramientas:

  • Usa gafas de seguridad: eléctrica o mecánica, la grapadora puede proyectar partículas a gran velocidad y con gran violencia hacia tus ojos.
  • Usa también el resto de EPI: los EPI (Equipos de Protección Individual) se han de usar cuando el riesgo es inevitable. Por ejemplo: en entornos con mucho polvo o cuando se trabaja con materiales aislantes que liberan partículas irritantes la mascarilla de protección respiratoria protege tus pulmones.
  • No fuerces la postura: si no llegas, no llegas. No extiendas tu cuerpo para grapar al trabajar en escaleras o andamios, pues podrías caerte.
  • No fuerces la grapadora: hay una herramienta apropiada para cada tarea. Si tu grapadora no tiene fuerza suficiente para la tarea en cuestión, no la uses. Usa una grapadora más potente o recurre a otro sistema.
  • Desconecta el cable para liberar atascos: es cuestión de tiempo que tu grapadora se atasque. Cuando ocurra, desconecta el cable eléctrico o retira la batería antes de intentar liberar el atasco. Piensa que podrías activar el gatillo accidentalmente. Asimismo, ¡desenchufala también antes de reponer grapas en el cargador!
  • Usa el sentido común: concéntrate en la tarea, mantén la atención. No uses la grapadora si no estas en condiciones de hacerlo (ante fatiga o cansancio, bajo los efectos de drogas, alcohol o medicamentos que inducen somnolencia, etc.).
  • Usa las grapas adecuadas: ya no solo se trata de usar el tipo de grapa compatible, pues probablemente no puedas instalar otras, sino también de escoger una marca de grapas fiables, un alambre de calidad. Las grapas mediocres se atascan con más frecuencia, grapan peor y generan partículas metálicas que pueden dañar el mecanismo interno de tu grapadora.
  • No uses la grapadora si está dañada: si el interruptor de la grapadora está dañado y dispara ráfagas (dos o más grapas seguidas en el mismo punto), no la uses. Tampoco lo hagas si alguno de sus dispositivos de seguridad se ha dañado, si se han doblado o deformado partes metálicas, etc. Haz uso de la garantía si aún esta vigente o llévala al servicio técnico para su reparación.
  • Guarda la grapadora eléctrica donde no la alcancen los niños: es peligrosa en sus manos y podrían sufrir un accidente.

Conclusiones

Por ser la grapadora eléctrica una máquina ligera y fácil de usar, no se la considera como una herramienta peligrosa. Sin embargo, el uso de toda herramienta —eléctrica o mecánica— nunca está exento de riesgo. Además de los riesgos inherentes a la tarea de grapar, como por ejemplo (quizá el más importante), la proyección de partículas a los ojos; se suman los referentes a la propia electricidad (riesgo de electrocución, quemaduras, fuego, explosión).

Debido a lo anterior, es vital conocer y comprender qué riesgos implica el uso de una grapadora eléctrica. Solo de esta manera se podrá usar con seguridad y sin poner en peligro la salud propia (o la de los demás).

Y hasta aquí las medidas de prevención de riesgos para las grapadoras eléctricas. Ahora, si te ha gustado este artículo, puedes compartirlo en tus redes sociales para que llegue a más gente.

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