Entre esos productos que día a día consumimos sin apenas reparar en ellos, destacan, con fuerza, las infravaloradas grapas. Cargamos a diario estos alambres en nuestras grapadoras de oficina. Las gastamos el fin de semana en las pistolas grapadoras para hacer bricolaje. Hace ya tiempo que las sillas del salón y el sofá suplican un retapizado...
A pesar de ello, ignoramos cómo se fabrican las grapas. Si hay algo que nos interesa de ellas son sus dimensiones. Sin duda, el tamaño de la grapa importa. ¿Sirve esta medida para mi grapadora? Con suerte, también indagamos con qué tipo de acero están elaboradas: zincado o inoxidable. ¿Se atascan? ¿Son fuertes? ¿Se clavan bien en madera dura? Y aquí acaba nuestra curiosidad.
No es de extrañar, entonces, que no sepamos explicar cómo se mantienen unidas las grapas entre sí. Menos aún cómo se pliegan. Y, desde luego, si hay algo que ignoramos, es cómo se aplana el alambre. Hablemos, pues, de las máquinas aplanadoras de alambre que usa la industria para fabricar nuestras cajitas de grapas.
Materias primas
Si en un ramalazo emprendedor nos diese por fabricar grapas, buscar las materias primas y maquinaria necesarias para ello sería el inicio de nuestra aventura. Para producir grapas, la industria usa dos tipos de materias primas y tres máquinas.
Primero, es evidente que necesitamos metal, en concreto, acero. Pero ¿qué tipo de acero? Pues un acero al carbono, con un contenido moderado de este elemento. Y mejor si es zincado, para que resista la corrosión (proceso de galvanizado).
Segundo, nos hace falta pegamento. ¿O cómo pensamos pegar las grapas? Una fábrica de grapas típica usa dos pegamentos. Uno basado en acetona y resina. Otro en alcohol metílico y nitrocelulosa. Por cierto, ¿sabías que el mítico pegamento Imedio es precisamente un adhesivo nitrocelulósico?
Tercero, para tener éxito en nuestra empresa hemos de comprar maquinaria. En concreto, necesitamos tres máquinas. Aplanadora, encoladora y plegadora de alambre: una de cada. Pues bien, el proceso manufacturero de las grapas empieza, ¡lo has adivinado!, con la aplanadora de alambre.
¿Para qué sirven las aplanadoras de alambre?
El alambre de acero industrial se presenta enrollado en inmensos carretes cuyo peso ronda la tonelada. Se trata, además, de alambre redondo. Y, como sabemos, las grapas son planas. Así pues, necesitamos una máquina que aplane la sección circular del hilo de acero. ¡Esto lo hace la aplanadora de alambre!
Pero ¿cómo funciona una aplanadora de alambre? En primer lugar, la máquina desenrolla el alambre del rollo. Este tipo de maquinaria requiere carretes de alambre de acero de 500 kg a 1 tonelada.
En segundo lugar, el alambre pasa por los rodillos de la aplanadora, que lo estiran al tiempo que lo comprimen. De esta manera, la sección del alambre se ajusta al ancho necesario, según el tipo de grapa que se vaya a fabricar. (Ver: medidas de grapas para grapadoras industriales.)
En tercer y último lugar, la aplanadora enrolla de nuevo el alambre en una nueva bobina. Este carrete de alambre plano será conducido a la encoladora de alambre, que lo combinará con otros de idéntica medida para fabricar las tiras de alambre plano que, tras pasar por la plegadora, quedarán convertidas en peines de grapas.
En el siguiente vídeo se puede ver como trabaja una aplanadora de alambre Ton Key Industrial: