La grapadora sin grapas es una ingeniosa máquina de oficina que cose varias hojas de papel entre sí sin usar alambre. Pero ¿de verdad se puede llamar grapadora a una herramienta que grapa sin grapas? Claro, ¿por qué no? A fin de cuentas, cuando salta la electricidad en casa decimos que han saltado los plomos, y ya hace tiempo que las barritas de cerámica y plomo abandonaron nuestro cuadro eléctrico...
Introducción y tipos de grapadoras sin grapas
Es poco probable que estas pequeñas grapadoras terminen sustituyendo a la grapadora clásica de oficina, es decir, la que usa grapas de alambre. Menos probable es aún que puedan sustituir a una potente grapadora de tenaza. Porque, sí, tienen un inconveniente: no grapan demasiadas hojas; los modelos más potentes grapan unos 10 folios.
Ahora bien, a pesar de su baja capacidad de grapado, este ingenioso útil tiene ciertas ventajas por las que no debería faltar en ningún hogar ni oficina. Y enseguida veremos el porqué.
De momento, has de saber que hay varios tipos de grapadoras sin grapas. Algunas funcionan mediante un ingenioso sistema que corta una pequeña cuña de papel que ata las hojas. Otros tipos de grapadoras sin grapas funcionan mediante sistemas de pliegues. Sin embargo, todas ellas grapan. La diferencia entre unas y otras es la marca que dejan sobre el folio (corte, pliegue, incisión, etc.).
Comprar grapadoras sin grapas
Si te pica la curiosidad por saber cómo es una grapadora sin grapas, aquí tienes tres de los modelos más vendidos.
Grapadora sin grapas Kokuyo Harinacs SLN-MSH110G
La grapadora japonesa sin grapas Harinacs Kokuyo es capaz de grapar hasta 10 hojas de papel sin necesidad de utilizar grapas de alambre. Es la solución definitiva para coser pequeñas c No son pocas las veces que no tenemos grapas o que tenemos las grapas incorrectas. Con la grapadora Harinacs siempre podrás grapar las hojas.antidades de folios y olvidarse de comprar repuestos de grapas.
Esta grapadora sin grapas es la de las que hace un pequeño agujero en la hoja. Es muy efectiva y fácil de utilizar. El único inconveniente de esta máquina es que estropea un poco el papel: más de lo que lo haría una grapadora convencional. Para documentos que deban ser recuperados es mejor una grapadora clásica o utilizar un clip. Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones, contar con esta grapadora en el hogar o en la oficina cubrirá la mayoría de nuestras necesidades.
- Grapadora sin grapas Harinacs Kokuyo de color verde
- Es capaz de grapar hasta 10 hojas de 80 gramos
- Tamaño: 32 × 121 × 100 mm
- Material: plástico ABS
- Peso: 136 gramos
- Color: verde
Grapadora sin grapas Plus 31145
Esta pequeña grapadora sorprende a todo el que la utiliza. Solo puede grapar cinco hojas pero lo hace sin necesidad de alambre alguno. Permite olvidarse comprar las grapas y de tener que andarlas reponiendo: muchas veces se atascan, es fácil quedarse sin ellas y encontrar las grapas correctas no es tan sencillo. Sobre todo si la grapadora utiliza grapas no estandar como algunas de bolsillo.
La grapadora sin grapas Plus es ideal para utilizar en casa y en oficinas que no requieran grapar gruesos volúmenes de hojas.
- Grapado sin grapas
- Capacidad de hasta 5 hojas
- Fabricada con acero y plástico reciclado
- Dimensiones del producto 15.8 x 9.8 x 3.8 cm
Grapadora sin grapas KW Trio 1600002
Se trata de una grapadora sin grapas de capacidad intermedia. No es tan potente como la Harinacs de Kokuyo, que es capaz de grapar 10 hojas, pero puede grapar 2 hojas más que la grapadora Plus (que solo grapa 5 folios). Su diseño es algo más futurista. Funciona bien y no hay que hacer demasiado esfuerzo para grapar los documentos.
- Permite grapar hasta 7 hojas de 75 g
- Fácil desgrapado
- Seguro para ser usado por niños
- Muy práctico para reciclar papel, no es necesario retirar grapas
Ventajas e inconvenientes de las grapadoras sin grapas
Las grapadoras sin grapas suponen un importante ahorro de dinero —sobre todo para las oficinas— puesto que eliminan de por vida la necesidad de comprar grapas. Además, estas herramientas nunca nos dejan tirados ya que no necesitan grapas de alambre. ¿Cuántas veces necesitamos utilizar la grapadora y nos encontramos con que no tiene grapas?
En cuanto al inconveniente de estas grapadoras, el único problema que tienen es que no son capaces de grapar demasiadas hojas: solo grapan de 5-10 folios, según el modelo.
¿Cómo funcionan?
La mayoría de los modelos funciona tallando un pequeño corte en los papeles a grapar. Se aisla una especie de cuña de papel con forma de flecha que se introduce en una ranura que perfora simultáneamente la máquina al mismo tiempo que incrusta el papel. Los documentos quedan fuertemente grapados y sus hojas se pueden pasar de atrás hacia delante igual que lo haríamos con un fajo grapado con alambre.
La historia de las grapadoras sin grapas
La idea de una grapadora sin grapas no es algo novedoso. Sorprendentemente, en febrero de 1916, J.C. Hawkings patentó un invento llamado Clipless Stand Machine, es decir, 'maquina vertical sin clips', que era capaz de agrupar papel sin usar para ello ni grapas ni alambre ni agujas. Lo único que empleaba para sujetar el papel era... el propio papel. Sin embargo, estas herramientas o, mejor dicho, su versión de consumo, no ha ha llegado hasta el público general hasta bien entrado el siglo XXI.
Los primeros protipos de grapadoras sin grapas eran poco efectivos; ya que, aunque cosían sin dificultad algunos folios, las hojas no permanecían unidas por mucho tiempo. En consecuencia, estos primeros modelos no cosecharon gran éxito comercial. Sin embargo, desde el punto de vista medioambiental, prescindir del alambre en el proceso de manufactura suponía un importante ahorro de energía; tanto en la elaboración de las grapas en sí como en los medios de transporte. La ventaja se presentaba muy atractiva y llamó la atención de la empresa japonesa Kokuyo. Pronto, este fabricante se convertiría en la primera empresa en comercializar una grapadora sin grapas verdaderamente fectiva.
El objetivo inicial de Kukoyo fue diseñar una grapadora que no usara grapas de alambre pero que, a un tiempo, fuese un producto eficaz, fácil de usar y, según sus propias palabras, divertido. De hecho, estos términos fueron los pilares fundamentales en que se centraron para su desarrollo: sostenible, divertido y fácil de usar.
Pero ¿en qué sentido es sostenible una grapadora sin grapas? Por un lado, en el ahorro de recursos y materias primas. Si toda oficina prescindiese de grapas, se ahorrarían anualmente cientos de toneladas de acero, con el consecuente ahorro de energía para su fusión y transformación en alambre de grapa. Así, se puede afirmar que la grapadora sin grapas reduce de manera activa la emisión de CO2 a la atmósfera. Pero existe una segunda ventaja medioambiental y es que, dado que estas grapadoras no disparan grapas, tampoco hay que deshacerse de ellas llegado el caso, lo que, de nuevo, suma a la causa del ahorro de energía.
Por otro lado, ¿cómo puede una grapadora ser divertida? Kokuyo persiguió con ahínco una máquina de grapar que fuera efectiva, útil y fácil de usar. Y con este propósito se embarco en investigaciones que llevaron a la creación de su primer prototipo, un dispositivo que unía las hojas de papel perforando en ellas una pequeño agujero. Sin embargo, la compañía sabía que este inconveniente podía ser visto de manera muy negativa por los compradores.
Como solución a lo anterior, el departamento creativo propuso la siguiente idea: no taladrar un agujero en los folios, sino dos. Además, decidió que la separación entre ellos fuera la misma distancia que la de las anillas de un archivador. Y así nació la grapadora-perforadora sin grapas. Al hacer los agujeros en el lateral, el beneficio es doble: las hojas quedan unidas y son archivables en una carpeta de anillas.
Pero ¿cómo se llega a la grapadora sin grapas? La adaptación de la cuchilla original que troquelaba estos agujeros llevó al desarrollo de la actual grapadora sin grapas, con una capacidad de grapado de 10 hojas y un original y llamativo diseño. Una grapadora fácil de usar (no requiere grapas) y que tras las reticencias iniciales, termina sorpendiendo incluso a los más escépticos.