Un buen afilalápices—también llamado sacapuntas o tajalápices—es un instrumento imprescindible para aquellos artistas y pintores que cuenten con una buena colección de lápices de madera. Antes de la llegada del afilalápices la única forma de afilar las pinturas era mediante cúter o navaja. Una labor que resulta lenta y tediosa.
Además el afilalápices logra un afilado mucho más homogéneo y uniforme. De todos los modelos de sacapuntas disponibles el afilalápices de manivela continúa siendo uno de los más valorados y preferidos por artistas y profesionales de bellas artes.
¿Por qué un afilalápices de Manivela?
El motivo por el cual un afilalapices de manivela afila mejor que uno de mano es por el tipo de cuchilla. Estas voluminosas herramientas contienen una doble fresa helicoidal rotatoria en su interior. La diferencia con el sacapuntas sencillo de mano es una mayor superficie de contacto de la cuchilla con el lapicero. Esto se traduce en un mejor afilado, más suave y preciso.
Pero además existe otra ventaja. En algunos modelos de afilalápices se puede ajustar el ángulo del afilado. Algo muy valorado por determinados artistas que prefieren puntas más largas y estrechas (para cubrir con mayor facilidad áreas extensas de color).
Sin embargo no terminan ahí las ventajas. Estos afilalápices son mucho más rápidos y eficientes en su labor. Con la ayuda de uno de estos instrumentos es posible afilar toda una colección de pinturas en apenas unos minutos. Además gracias al depósito lo haremos sin llenar de virutas la mesa. Hay quien prefiere los sacapuntas eléctricos. Pero la sensación que produce afilar con una de estas herramientas artesanas es única. Y muchos artistas desarrollan una especie de relación sentimental con sus útiles y herramientas. El tacto, el sonido y la mecánica de un buen afilalápices de manivela nunca podrá ser superada por un modelo eléctrico.
El regalo ideal para pintores y artistas
Uno de los inconvenientes que presentan los afilalapices de manivela es su alto precio. Más aún si son de una buena marca como los afilalápices de acero cromado de El Casco. Por ello si nuestro presupuesto lo permite son un excelente regalo para los amantes de las herramientas clásicas y artesanales. Elegantes, efectivos, rápidos y limpios. También son indispensables para los talleres de bellas artes y las escuelas de ilustradores.