El compresor silencioso Stanley DST 100/8/6 tiene una presión acústica (LpA) de 59 dB. Eso significa 18 dB menos que el compresor Stanley DN 200 8/6, que emite 77 dB (y tiene características similares).
Comparando los decibelios de ambos modelos, parece acertado suponer que aparentemente el B2BE es un 23 % más silencioso; sin embargo, tal suposición sería errónea, porque la escala de decibelios es logarítmica y 18 dB se corresponden, en realidad, con un nivel de ruido 63 veces menor.
Prestaciones del compresor silencioso Stanley DST 100/8/6
- Compresor ultrasilencioso para el hogar y uso profesional
- Muy compacto, fácil de transportar y almacenable en espacios pequeños
- Cubierta protectora de plástico resistente que protege la mecánica del compresor
- Asa robusta para su transporte
- Panel de mandos con manómetro de fácil lectura para regular la presión de trabajo de la clavadora o grapadora
- Interruptor de encendido/apagado
- Compresor de bajo mantenimiento no lubricado
- Perfecto para bricolaje doméstico: clavar/grapar, soplar, limpiar, inflar neumáticos
Ficha técnica y características
- Presión acústica: 59 dB (LpA)
- Presión máxima del aire: 8 bar (116 PSI)
- Depósito: caldera de 6 litros
- Aire desplazado: 105 l/min
- Potencia: 1.0 HP (750 W)
- Velocidad: 1450 RPM
- Tensión de alimentación: 230 V 50 Hz
- Tipo de bomba: cabezal OL100
- Número de cilindros: 2
- EAN: 8016738768763
Cómo se mide el ruido de un compresor
En la normativa que regula el ruido soportado por los trabajadores no se habla simplemente de nivel de ruido. Se distingue, por el contrario, entre potencia acústica y presión acústica.
En el caso de los compresores de aire, así como en el resto de la maquinaria eléctrica, se habla de potencia acústica para referirse al ruido que emite la máquina. Este valor es fijo y depende de la herramienta en cuestión.
Por el contrario, la presión acústica no es constante, sino que depende de varios factores; entre ellos, la distancia y posición del trabajador con respecto a la fuente de emisión del ruido, que en nuestro caso es el compresor. También influye el espacio de trabajo: ¿la máquina se encuentra en un local cerrado o está al aire libre?
En consecuencia, cuanto más lejos esté el operario del compresor, menor será el nivel de ruido a que se expone. Por ejemplo, para medir la presión acústica de un compresor se puede considerar una distancia de 4 m. Además, según la normativa, el valor medido debería ir acompañado con los datos de la medición, es decir, cómo y dónde se han medido esos decibelios.
Pues bien, en la ficha técnica de un compresor de aire encontraremos tales mediciones de ruido. La potencia acústica se indica con las siglas Lw, mientras que la presión sonora se designa Lp. Además, si se usa la ponderación A —familia de curvas más usada para medir la presión del sonido—, se especificará complementando estas siglas con una letra a: LpA y LwA.
En otras palabras, cuando se quiera averiguar cuál de dos (o más) compresores neumático es el más silencioso, será vital constrastar los mismos valores de las fichas técnicas. De lo contrario, estaremos cometiendo el típico error de comparar peras con manzanas. Lo siguiente que necesitamos saber es en qué unidades se mide el nivel de presión sonora.
¿Qué son los decibelios?
El sonido que afecta a una persona en un espacio y momento determinados se mide en decibelios (dB). El decibelio no es una unidad de medida como tal, sino una unidad de medición relativa que compara dos valores de presión. Esto es, lo que los decibelios nos dicen es cuánto más grande es un sonido que otro.
Además, hay que saber que la escala parte del umbral de audición en 0 dB y alcanza el umbral de dolor en torno a los 120 dB. El umbral de audición es el sonido más pequeño por el oído humano y, aunque varía de una persona a otra, se sitúa en 20 micropascales (0 dB).
Así pues, el decibelio es la unidad que se usa para comparar el ruido emitido por los compresores neumáticos y otras herramientas eléctricas. Por cierto, el nombre del decibelio, o decibel, se lo debemos a Alexander Graham Bell, inventor del teléfono.
El decibelio es la décima parte del belio, la unidad básica de medida que, por ser demasiado grande, no se usa en la práctica. De esta manera, 10 decibelios equivalen a 1 belio.
Pero, retomando nuestro compresor silencioso Stanley, ¿por qué esos 18 dB de diferencia equivalen a un nivel de ruido percibido 63 veces menor? Esto es lo que vamos a ver en la siguiente sección.
¿Cuánto más silencioso es un compresor de 59 dB que uno de 77 dB?
Queremos tener una idea de cuánto menos ruidoso es el compresor silencioso Stanley en comparación con el modelo DN 200 8/6... A todo esto, la mayoría de compresores portátiles de estas características tienen una presión sonora de 75-80 dB, ¡así que lo que vamos a ver nos sirve también para el resto!
En primer lugar, 77 dB menos 59 dB dan como resultado 18 dB. Uno de los compresores es 18 dB más ruidoso que el otro, pero esto no nos dice nada. Por tanto, ¡hagamos algunos cálculos y salgamos dudas!
He aquí la fórmula:
10 log₁₀ (PR/PS) = 18 dB
Donde:
- PR = Presión de sonido del compresor ruidoso
- PS = Presión de sonido del compresor silencioso
Esto significa que 10 veces (porque el decibelio es 10 veces menor que el belio) el logaritmo (en base 10) de la relación entre el ruido de un compresor y el otro equivale a 18 dB. Pero esto es lo que ya sabemos, lo que queremos saber es cuál es la relación de ruido. Despejando con álgebra básico:
antilog(18 dB/10) = PR/PS
Y, por fin, calculando el antilogaritmo de 1.8 llegamos 63.0953. En conclusión, el compresor silencioso Stanley es 63.1 veces menos ruidoso que el DN 200. En efecto, verifiquémoslo con la calculadora:
10 log₁₀ (63.1) = 18 dB
Gráfico: escala de ruido en decibelios
Aparte de lo anterior, resulta conveniente conocer la equivalencia en decibelios de distintos sonidos para hacerse una idea de cuán silencioso es el compresor silencioso Stanley, que, por otro lado, obviamente hace ruido. He aquí un pequeño gráfico:
La Organización Mundial de la Salud recomienda no superar los 65 dB ni los 55 dB por la noche. El ruido de una pisada equivale a unos 10 dB; el de una conversación en voz baja, a 30 dB; en una biblioteca hay unos 40 dB; la aspiradora produce 70 dB; el tráfico de la ciudad, 90 dB; un concierto de rock, 120 dB; y el despegue de un avión, 130 dB.
Dicho de otra manera, y para concluir, el ruido que hace un compresor silencioso (59 dB) está más cerca del causado por una aglomeración de gente, en cambio, uno de 77 dB se acerca más al de una aspiradora o el tráfico de coches.
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